Las pantallas OLED funcionan a través de una tecnología única que utiliza compuestos orgánicos para producir luz. A diferencia de las pantallas LCD tradicionales que requieren una retroiluminación, las pantallas OLED generan su propia luz, lo que permite diseños más delgados y flexibles. Cada píxel en una pantalla OLED está compuesto por materiales orgánicos que emiten luz cuando pasa una corriente eléctrica por ellos. Esta propiedad autoemisiva permite que los OLED logren negros absolutos y colores vibrantes, haciéndolos la opción preferida para aplicaciones de alta gama en publicidad y educación.